martes, 19 de abril de 2011

Entrevista: Luis Arronte. Microsonidos / Carpet Show

Concluye el jueves la cuarta edición de Microsonidos con una nueva sesión de los Carpet Shows. Encabeza el cartel de la fiesta Rue Royale, que pone fin con este concierto a su gira por la península antes de seguir su camino hacia Suiza, Luxemburgo, Bélgica y Alemania en la primera parte del tour de presentación de su segundo disco, "Guide to an escape". El dúo británico estará precedido sobre el escenario por Clin Clin, el nuevo proyecto de Alicia Macanás (The Clockwork Ladies, Transilravnia, Citizen 7), y por Luis Arronte, cantautor madrileño afincado en Granada. Con motivo de esta velada de clausura del ciclo organizado por la sala 12&medio entrevisto a este último.


¿Cómo acaba un músico que ha pasado por bandas de lo más diverso y que sigue mostrando gusto por muchos estilos musicales haciendo música de corte intimista... y con tan buen gusto?
Solo. Por mi trabajo siempre me vi obligado a tener paladar para casi cualquier género musical. En Málaga inicié mi proyecto personal después de haber probado muchos estilos (de lo más pedante a lo más instintivo) e instrumentos, y me encontré cómodo con la guitarra y la voz. Una vez en Granada, donde aún no conocía a nadie, no tuve más remedio que tirar por este camino. Y ahí que seguimos. Siempre he defendido que una canción de pop o de rock se ha de sostener por sí misma sobre estas dos patas. Gracias por lo del buen gusto...

¿Fue el traslado de Málaga a Granada el punto de inflexión en tu trayectoria musical?
Sí, de alguna forma. No sólo por la escena musical granadina, que en aquel momento era muy distinta a lo que se cocía en Málaga -ni mejor ni peor, digo distinto-. Sobre todo porque descarté buscar músicos o bandas a las que sumarme en mi nueva ciudad y decidí que podía echarle un par y subirme yo solo al escenario. Y, quieras que no, Alhambras y Lorcas aparte, Granada inspira.

Insistiendo en el tema de los gustos musicales variados... ¿crees que Botch, Dillinger Escape Plan y Converge hubieran sido de tus grupos favoritos si no hubieras vivido en Málaga?
No, imposible. En Málaga me integré en un grupo de fanáticos de este tipo de bandas y escribía en una revista del género, Staf Magazine. Siempre me había gustado el hardcore y otras durezas, pero cuando vi a Botch en un bar de Málaga me impactó muchísimo. Qué leña. Años después también vi a Converge en la Spectra (plaza de San Francisco) y sentí lo mismo. Y a los primeros Aina, los primeros Standstill y otros muchos grupos de metal, hardcore o grindcore. Esa generación malagueña hacía piruetas para traer grupos desde Seattle. Ahora existe el Colectivo Canela Core (Culoactivo) y lo tienen más profesionalizado. Ahí tengo los discos cogiendo polvo... Siempre me quedaré con la espina clavada de no haber tocado en una banda dura de verdad. Machotes ruidosos que acojonan a los vecinos. Pero ya ves...

Creo que últimamente no te dejas ver sobre un escenario muy a menudo. En esta ocasión, por el formato del concierto, imagino que tocarás en solitario. ¿En el resto de actuaciones sueles ir solo también o mantienes la banda del disco para ciertas ocasiones?
Depende mucho del tipo de concierto. Los músicos que formaron parte de la grabación de 'Sólo ida' están un poco desperdigados por la geografía nacional y no es sencillo intentar reunirnos para tocar. De momento trato de buscar conciertos en los que me pueda presentar yo solo sin incordiar, y tampoco me obsesiono por tocar; si se puede, se puede. Cuando haya un repertorio nuevo fijo buscaremos conciertos con banda.

Hace ya unos 4 años que se publicó tu disco, “Sólo ida”. (El Ejército Rojo, 2007) ¿Sigue basándose tus conciertos en las canciones incluidas en éste? ¿Tienes intención de publicar una continuación para el mismo?
Cuatro años es mucho tiempo, y hasta algunas de esas canciones ya no me suenan igual. He hecho mil teloneos, y me han servido para conocer a muchos artistas a los que admiro, pero ha llegado el momento de ofrecer otra cosa. Buena parte del repertorio se basa en ese disco, pero hay temas nuevos. En septiembre grabé una demo en Madrid y, a menos que a las ranas les salga pelo, estará en Internet con libre distribución en cuanto esté rematada. Si siguen la línea o han cambiado, lo deberían decir los demás.

Tengo entendido que son parte importante de tu repertorio en directo. ¿Sigues tocando versiones?
Sí, algunas. Me gustan los artistas que consiguen llevarse versiones a su terreno por completo, sin medias tintas (José González o Mark Kozelek). Es cierto que algunas ni las recuerdo, y otras las tengo desechadas por ser demasiado obvias -Bob Dylan es un genio, pero como que no-. Siempre intento incluir algún guiño, a mi manera. Igual es una de Guns N' Roses o de Gomez. O de Sun Kil Moon, o de Slade. Recuerdo una vez que me monté una versión acústica y sensiblera del 'Turbolover' de Judas Priest. Que yo sepa, sólo le gustó al técnico de sonido...

En la “vida real”, aparte de músico, eres periodista. Has llegado a trabajar como Jefe de Cultura de La Opinión de Granada y a colaborar con varias publicaciones especializadas en música. ¿Cómo se lleva eso de ser músico y crítico musical a la vez? ¿Es más duro o más benévolo un músico a la hora de valorar públicamente la obra de otros artistas?
Más benévolo. Como sabes lo que cuesta grabar un poquito, editar y distribuir -que cuesta un riñón- eres más considerado con las bandas o artistas que están empezando, y es lo justo, además. Hacer una crítica dura no es tan difícil como subrayar dónde está el brillo de un disco. También es fácil dedicarle una página entera a una entrevista con un grupo de moda o del 'establishment indie'; lo difícil es intentar ayudar a dar a conocer a una banda que merezca la pena y esté empezando. Por otro lado, con los 'grandes' hay que ser más duro, aunque sólo sea porque lo tienen más fácil. Recuerdo una vez que me encargaron una crítica de un disco de Will Smith y me metí hasta con sus orejas. Aún me pesa en la conciencia, pobre Willy...

Dices en el perfil de tu actual etapa profesional: “estoy comprometido con la búsqueda de originalidad en la comunicación en redes sociales y las nuevas formas de un oficio, el del periodismo, que está en un punto de inflexión tan turbador como emocionante”. Bastante claro, pero... ¿algo más que añadir al respecto?
Que el periodismo tal y como lo conocemos va a terminar, y lo siento mucho. Probablemente la revolución tecnológica y social de Internet afecte a otros muchos ámbitos relacionados con la comunicación para siempre. Los periodistas seguirán siéndolo, pero las herramientas no serán las mismas. Cuando yo empecé a trabajar en periódicos, una conexión a Internet era fundamental para poder trabajar, y no podía entender como otras generaciones de periodistas habían podido vivir sin Google. Pero en los últimos dos años esos cambios se han acelerado de forma vertiginosa, una semana sin conectarte a Twitter y pierdes fuelle. No estoy seguro -y el que diga que lo está miente-, pero puede que el oficio del periodismo se vincule a partir de ahora con los conceptos de comunidad, de inmediatez y de calidad. Ojo, tampoco es bueno obsesionarse, que a algunos parece que les va a dar un ataque de ansiedad 2.0.

Nada más, me despido hasta el jueves sin más que añadir que lo siguiente: ¿Puedes demostrar realmente que eres un experto en salmorejo?
A ver, cada uno tiene su estilo... En mi caso, el pan ha de ser de ayer y con mucha miga, y el aceite ha de ser lo mejor posible. Y pelo los tomates. Y ajo, sólo una pizca. Y si es con atún, mejor atún al natural, bien seco.

RUE ROYALE + LUIS ARRONTE + CLIN CLIN
Jueves 21 de abril
12&medio (Murcia)
21 horas
6 euros
Incluye cena fría.
Aforo limitado: 100 personas.

Consigue las entradas en Ticketea.

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